La temperatura ideal de una caldera es la más baja posible, mientras se mantenga el confort deseado de la vivienda. Se debe bajar la temperatura al máximo siempre que no se pase frío. De esta manera, el gasto es menor manteniendo una temperatura confortable.
En general, la caldera es uno de los electrodomésticos a los que menos atención le prestamos del hogar, y seguramente es uno de los que más se utiliza, especialmente para calentar el agua y la calefacción.
Debemos tener en cuenta dos indicadores para calentar una vivienda correctamente:
Si una vivienda no se enfriase, no haría falta que la calentáramos. En una vivienda, cuantas más pérdidas de calor haya, más se tiene que calentar. Por ejemplo: si hace mucho frío fuera de la vivienda y esta está mal aislada, será necesario calentarla más y, por lo tanto, la temperatura de la caldera deberá ser más alta. En cambio, cuanto menos frío haga en el exterior y mayor aislamiento haya en la vivienda, menos elevada tendrá que ser la temperatura de la caldera.
Cada hogar es diferente, por eso es importante remarcar que dependiendo de los emisores de calor de que se disponga y el grado de aislamiento del edificio, la caldera deberá trabajar a una temperatura u otra.
Temperaturas recomendadas según el emisor:
El rendimiento de las calderas de condensación depende de la temperatura de trabajo de la instalación.
Se consiguen los máximos ahorros en una caldera de gas cuando la temperatura de caldera está por debajo de los 53ºC, y en una de gasóleo cuando está por debajo de los 46ºC.
En el caso de las instalaciones de calefacción, se debe generar el mismo calor que se pierde por la envolvente del edificio. Estas pérdidas dependen de la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior.
Las instalaciones de calefacción se diseñan en las condiciones climáticas más desfavorables, aunque esta situación tan solo se dé con una frecuencia menor al 15% anual.
Es importante recordar que cada municipio tiene su temperatura mínima estimada y que la instalación de calefacción se calcula en base a esa mínima. Es decir, que hay confort en la vivienda incluso si en el exterior se registra la temperatura mínima estimada.
Por ejemplo: si Barcelona ha tenido una temperatura mínima de 3ºC, la temperatura de la caldera se calcula en base a ese dato, pero en Barcelona, en invierno, no siempre están a 3ºC. De hecho, pasa en muy pocas ocasiones.
Normalmente, las instalaciones de calefacción están sobredimensionadas, eso quiere decir que la temperatura de la caldera se podría bajar en ciertas situaciones. Por ejemplo, si al exterior estamos a 15ºC, la caldera arranca, pero podríamos estar trabajando a una temperatura más baja de la que la caldera tiene programada. La temperatura ideal de la caldera no es un valor fijo, es variable en función de tu instalación y de las condiciones climáticas externas.
La temperatura óptima de una caldera siempre debe ser la más baja manteniendo el confort en la vivienda.
Por ejemplo, en febrero, como suele hacer más frío debemos poner la caldera a 60ºC para tener el confort que necesitamos. En cambio, en marzo, a lo mejor tenemos que cambiar la temperatura de la caldera a 50ºC porque ya no hace tanto frío. Cuanto más baja esté la temperatura de la caldera, más ahorro económico, pero, si la dejamos a 50ºC en febrero podríamos pasar frío.
Pero para no estar pendiente de subir y bajar la temperatura de caldera cada mes, se puede regular de forma automática gracias a la electrónica que disponen las calderas actuales. Son capaces de modificar la temperatura de caldera automáticamente en función de las necesidades que tengamos.
Existen 2 sistemas:
Por ejemplo, el termostato Baxi Connect es el corazón de la conectividad de todos los sistemas BAXI y es compatible con los diferentes asistentes inteligentes del mercado. Está diseñado como un termostato de ambiente modulante que permite controlar el sistema de calefacción y refrigeración de forma eficiente.
Ahora podrás controlar la temperatura de tu hogar a través de tu smartphone o tablet (iOS y Android) en cada momento gracias a este termostato con conexión WiFi. Además de solicitar el encendido o apagado del equipo, te informa de parámetros como consumo de energía o posibles anomalías. Los termostatos modulares son programables en franjas horarias, a diario o semanalmente en modo confort o económico.
También te permiten la visualización en continuo del estado de la caldera y acceso a su configuración, y la modulación de la potencia en base a la temperatura ambiente.
Para poder disfrutar de una buena temperatura de confort en tu casa, y no consumir mucha energía, te recomendamos optar por los sistemas de regulación